Me he pasado los últimos meses siguiendo por web cam el nacimiento de unas cigüeñas negras en Estonia, y últimamente no he tenido mucho tiempo para mirarlas, pero las últimas veces ya eran enormes, y ayer fui a verlas y ya no había ninguna de las tres en el nido. Me ha hecho mucha ilusión, me siento parte de su vida, de la vida, de la naturaleza. Volad libres pequeñas negritas!!
¿Cigüeñas en Estonia? Qué curioso... Yo las imagino más bien en lo alto del campanario de una iglesia románica, en algún pueblecito de la España vacía.
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