Portainjertos
Para hablar del portainjertos y su utilidad (algo que yo desconocía y que, aunque pensándolo bien es algo muy sencillo y lógico, me ha dejado pensando profundamente unos días) debería primero poner la definición de injerto y de planta trasgénica; así que a eso mismo voy:
Injerto: es un método de propagación vegetativa artificial de los vegetales en el que una porción de tejido procedente de una planta -la variedad o injerto propiamente dicho— se une sobre otra ya asentada —el patrón, portainjerto o pie—, de tal modo que el conjunto de ambos crezca como un sólo organismo.
Planta trasgénica: Planta que porta uno o más genes incorporados establemente en su genoma (que no están presentes de forma natural) y que se transmite de generación en generación.
Resulta que, como se ve en la definición de planta trasgénica, si hacemos un cultivo trasgénico de, por ejemplo, tomates que resistan alta salinidad, los tomates trasgénicos serían comidos con ese gen incorporado que no le es propio a la planta y que no sabemos el daño que puede hacer en un futuro al animal o persona que se alimente de él. Con el uso de portainjertos, se puede crear una raíz trasgénica que sea resistente a la alta salinidad, y a esta raíz añadirle un tallo de tomate no trasgénico, que se acoplen perfectamente y crezca. La raiz será la que resista la salinidad y el resto de la planta crecerá en condiciones normales sin ser trasgénica, pudiéndose alimentar de este fruto con total seguridad.
Quizás como dije antes sea algo muy lógico, pero gracias a esto se pueden hacer cultivos de un montón de plantas trasgénicas que den frutos no trasgénicos.
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