Anoche estuve viendo en telemadrid un documental bastante interesante, que, aunque lo pillé a medias creo que logré enterarme lo suficiente. Creo que se llamaba "cazadores de emociones" y hablaba sobre las personas adictas a la adrenalina, y que por conseguir una dosis cada vez más alta son capaces de hacer deportes de riesgo o aventurarse a ponerse en situaciones peligrosas para su supervivencia.
Esto no le ocurre a todo el mundo, hay gente que siente miedo en estas situaciones, y esta hormona no les da placer, sino un estado de ansiedad tan grande que se bloquean y lo pasan fatal. Por ejemplo comparaban al protagonista del documental montándose con su madre en una montaña rusa. Mientras él disfrutaba como un enano, su madre estaba horrorizada y dijo que había sido uno de los peores momentos de su vida.
Lo que me llamó la atención no era el tema de secreción hormonal, porque de eso ya tenía algo de idea, me sorprendió la conclusión final del documental. Decía que un individuo, debía estar programado genéticamente para asegurarse su supervivencia, por lo que las situaciones de riesgo no serían beneficiosas, y el gen que codifica para las personas adictas al riesgo terminaría extinguiéndose porque no sería útil en la especie. Sin embargo podemos comprobar que este gen no solo no se ha extinguido, sino que sigue muy presente en la actualidad.
Entonces reflexionan y dicen que si no existiese este gen, y este tipo de personas, el ser humano no habría llegado donde está. Decían que personas como éstas serían los primeros que saldrían de la cueva, los primeros en aventurarse a cruzar de África a Europa, los primeros en atreverse a lanzarle una lanza a un animal grande, o los descubridores de América, por ejemplo. Por tanto es muy útil que se mantenga este gen en la especie.